Hay en su piel leonada y bruna
un perfume de tal delicia
que basta una sola caricia
para embriagarnos, sólo una.
Él es mi espíritu familiar;
preside, inspira, juzga, impera
en todo. ¿ Es una fiera,
un mago, un dios por revelar?
Si van mis ojos al gato amado,
como atraídos por un imán,
tan suave y dócilmente van
que quedo en mí mismo encantado.
Me sumerjo profundamente
en sus pupilas, marinos faros,
vivientes ópalos, fanales claros
que me contemplan fijamente.
Baudelaire.
Em disculpo, no sé qui és el traductor.
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