Mi estricta voluntad, mi punta seca que está domando en ella oceánicas pasiones y rumores antiguos. El cauterio que aplico a esa llaga amorosa que, sin forma, palpita.
Si hiero, mato, engendro. (Su exánime sonrisa me conmueve y me excita.) Si la acaricio, mido, sujeto sus equívocos y todas las suavidades sumas que a la nada convidan.
Hasta que al fin, en sangre, en su sólo sí misma, en mi ir traspasando mis propios sentimientos, la obtengo, mato, muero.
Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras.
Yo quisiera escribirle, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas.
Pero en vano es luchar, que no hay cifra capaz de encerrarle; y apenas, ¡oh, hermosa!, si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, cantártelo a solas.
Con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín. Bajel pirata que llaman, por su bravura, el Temido, en todo mar conocido del uno al otro confín.
La luna en el mar rïela, en la lona gime el viento, y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y va el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, y allá a su frente Stambul:
«Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.
Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés, y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra; que yo aquí tengo por mío cuanto abarca el mar bravío, a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa, sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
A la voz de «¡barco viene!» es de ver cómo vira y se previene a todo trapo escapar; Que yo soy el rey del mar, y mi furia es de temer.
En las presas yo divido lo cogido por igual; sólo quiero por riqueza la belleza sin rival.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río; no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna entena, quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di, cuando el yugo del esclavo, como un bravo, sacudí.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.
Son mi música mejor aquilones, el estrépito y temblor de los cables sacudidos, del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones.
Y del trueno al son violento, y del viento al rebramar, yo me duermo sosegado, arrullado por el mar.
Que es mi barco mi tesoro, que es mi dios la libertad, mi ley, la fuerza y el viento, mi única patria, la mar.»
Dolç àngel de la Mort, si has de venir, més val que vinguis ara. Ara no temo gens el teu bes glacial, i hi ha una veu que em crida en la tenebra clara de més enllà del gual.
Dels sofriments passats tinc l’ànima madura per ben morir. Tot allò que he estimat únicament perdura en el meu cor, com una despulla de l’ahir, freda, de tan pura.
Del llim d’aquesta terra amarada de plors el meu anhel es desarrela. Morir deu ésser bell, com lliscar sense esforç en una nau sense timó, ni rems, ni vela, ni llast de records!
I tot el meu futur està sembrat de sal! Tinc peresa de viure demà encara... Més que el dolor sofert, el dolor que es prepara, el dolor que m’espera em fa mal...
I gairebé donaria, per morir ara —morir per sempre—, una ànima immortal.
La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave de oro; y en un vaso olvidado se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y, vestido de rojo, piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe del Golconsa o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? ¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, ]o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar, ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de mayo, o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte; los jazmines de Oriente, los nulumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus tules, en la jaula de mármol del palacio real, el palacio soberbio que vigilan los guardas, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste. La princesa está pálida) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe (La princesa está pálida. La princesa está triste) más brillante que el alba, más hermoso que abril!
¡Calla, calla, princesa dice el hada madrina, en caballo con alas, hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte , a encenderte los labios con su beso de amor!
NOVETAT EN LA NIT Oh dolça nit, al nostre ajut vinguda! Tot el món es diria incorporal. El senyal de les coses es trasmuda: és més subtil l'oreig, l'arbre més alt. Pobla l'espai una invisible raça i la lluna ens governa l'esperit. Comenta amb un ressò la nostra passa el sòl que havem a penes percudit. Arreu canvia les lliçons sabudes l'hora lleugera de l'amor que ve. Tenim esguards i veus inconegudes: tu i jo som nous, i el nostre bes també.
Per a Mme. Marie-Antoniette Bertrand Ondules brusc, com un silenci dins el seu cristall; ignorant de ta inútil fuga constant -¿cap a quin secret que comenci tot just, oh humil sempre en retard, dins ta presó, al somni lliure que esperava el teu front? Per viure, recules, dolçament covard. De més lluny que d'una memòria, la llum et visita; tu ets obscur sota la immòbil glòria que travesses, amb ulls quiets, com qui, sense comprendre, es mira a un mirall que eternament gira.
Yo, Edvard Grieg, me movía como un hombre libre entre hombres, bromeaba habitualmente, leía los periódicos, viajaba y marchaba. Yo dirigía la orquesta. El auditorio con sus lámparas temblaba de triunfo como balsa del ferrocarril en el momento de atracar.
Me transporté hasta aquí para ser corneado por el silencio. Mi cabaña de trabajo es pequeña. El piano de cola está aquí tan apretado como la golondrina bajo la teja.
En general, los bellos acantilados a pique callan. No hay ningún pasaje pero hay una compuerta que a veces se abre y una peculiar luz que mana directamente del duende.
¡Disminuir!
Y los golpes de martillo en la montaña llegaron llegaron llegaron llegaron una noche de primavera a nuestra habitación disfrazados de latidos de corazón.
El año anterior a mi muerte, enviaré cuatro salmos para rastrear a Dios. Pero eso empieza aquí. Una canción de aquello que está cerca.
Lo que está cerca.
Campos de batalla dentro de nosotros donde los Huesos de los Muertos luchan para volverse vivos.
Traducció de Roberto Mascaró. L'he trobat al blog de la Care Santos
No sents, cor meu, quina pluja més fina ? Dorm, que la pluja ja vetlla el teu son... Hi ha dues perles a la teranyina, quina conversa la pluja i la font! No sents, cor meu, quina pluja més fina?
No sents, cor meu, quin plorar i quin cantar? Canten les gotes damunt la teulada, ploren les gotes damunt del replà... Gotes de pluja, gardènia que es bada... No sents, cor meu, quin plorar i quin cantar?
¿No sents, cor meu, quina pau més divina, amb la música dels núvols desfets? Pluja de nit, delicada veïna, dentetes d'aigua en els vidres quiets... No sents, cor meu, quina pau més divina?
¿No sents, cor meu, que la pena se'n va, dintre aquest plor de la pluja nocturna, i les estrelles somriuen enllà? Enllà somriu un mantell tot espurna... No sents, cor meu, que la pena se'n va?
No sents, cor meu, quina pluja més fina? No sents, cor meu, quin plorar i quin cantar? No sents, cor meu, quina pau més divina? No sents, cor meu, que la pena se'n va? No sents, cor meu, quina pluja més fina?
Aquesta carta, que haurà d’ésser llegida, no és de debò per ara, que és per més tard, per al dia incert quan despertem a l’alba perquè el son i el somni que descansa el cos no pot seguir descansant-nos de la vida. Vull que llavors recordem, dolç per l’enyor, L’encontre –juguesca oculta del destí-, els dubtes, la perplexitat, la sorpresa, el voler i l’atzar que ens han dut aquí. Vull que llavors recordem, amb un somrís, les petiteses on la felicitat s’atarda com un gat dròpol a la falda: la tendresa en els menjars i els alcohols, els llibres amics, espectacles que no sempre és fàcil d’estimar i compartir. Vull que aleshores recordem, sense esforç, el que hem anat aprenent, com infants, dia a dia: la placidesa de l’abraçada, la seducció dels mots i el confort callat d’anar creixent en un temps que són els nostres perquè hem volgut acceptar-ne les tristeses, les passions, l’espai fosc i el lent oreig càlid del repte amable de viure junts.
Gràcies Jordi, per tots aquests anys que hem estat junts.
Ahora camino de noche porque las noches son claras ... Y esta noche no hubo luna, no hubo luna amiga y blanca .. . y había pocas estrellas, pocas estrellas y pálidas...
Y era todo triste sin la luna amiga... y era todo negro sin la luna blanca.
No se veía la cinta de la carretera larga... los olivos del recuesto apenas se dibujaban... un murciélago pasó rozándome la cabeza con el ala ... y me ladraron los perros en los bancales con saña. Sin luna todo era negro y triste... vi una luz allá lejana... y, a tientas, fui hasta la luz y en la luz pedí posada...
Esta noche no hubo luna... no hubo luna amiga y blanca... Y recordé aquella noche en que no vino mi amada...
y en que yo loco de amor, lleno de fiebre y de ansias... hice también alto en la primera posada...
Aquest és el darrer lieder.
Canta Nathalie Stutzmann, dirigueix Eiji Oue la NDR Orchester
TOKYO Suntory Hall
La traducció:
5. In diesem Wetter, in diesem Braus,
Nie hätt' ich gesendet die Kinder hinaus;
Man hat sie getragen hinaus,
Ich durfte nichts dazu sagen.
In diesem Wetter, in diesem Braus,
Nie hätt' ich gelassen die Kinder hinaus.
Ich fürchtete, sie erkranken,
Das sind nun eitle Gedanken.
In diesem Wetter, in diesem Graus,
Hätt' ich gelassen die Kinder hinaus.
Ich sorgte, sie stürben morgen,
Das ist nun nicht zu besorgen.
In diesem Wetter, in diesem Graus,
Nie hätt' ich gesendet die Kinder hinaus;
Man hat sie hinaus getragen,
Ich durfte nichts dazu sagen.
In diesem Wetter, in diesem Saus,
In diesem Braus,
Sie ruhn als wie in der Mutter Haus,
Von keinem Sturm erschrecket,
Von Gottes Hand bedecket.
Sie ruhn wie in der Mutter Haus.
5.
Con este tiempo, con este tumulto,
no debería haber enviado fuera a los niños;
alguien les llevó fuera,
y yo no he dicho nada.
Con este tiempo, con este tumulto,
no debería haber enviado fuera a los niños;
ellos podrían caer enfermos,
vanos son ahora los pensamientos.
Con este tiempo, con este horror,
he dejado salir a los niños,
ellos podrían morir mañana,
no debo de preocuparme de eso ahora.
Con este tiempo, con este horror,
no debería haber enviado fuera a los niños;
Fueron raptados,
no podría decir una palabra contra eso.
Con este tiempo, con esta tormenta, con este tumulto,
descansan como si en la casa de su madre,
no se asustaran por ninguna tempestad,
protegidos por la mano de Dios.
Están esperando como si estuvieran
en la casa de su madre.
A partir de demà penjaré alguna cosa una mica més alegre.
Canta Nathalie Stutzmann Dirigueix Eiji Oue NDR Orchester TOKYO Suntory Hall
La traducció:
4. Oft denk' ich, sie sind nur ausgegangen! Bald werden sie wieder nach Hause gelangen! Der Tag ist schön! O sei nicht bang! Sie machen nur einen weiten Gang.
Jawohl, sie sind nur ausgegangen Und werden jetzt nach Hause gelangen. O sei nicht bang, der Tag ist schön! Sie machen nur den Gang zu jenen Höhn!
Sie sind uns nur vorausgegangen Und werden nicht wieder nach Haus verlangen! Wir holen sie ein auf jenen Höhn im Sonnenschein! Der Tag ist schön auf jenen Höhn! 4. A menudo pienso que nos abandonaron! ¡Pronto regresarán a casa! ¡Bello día! ¡No estéis inquietos! Sólo están haciendo una larga caminata.
Desde luego, nos abandonaron y regresarán ahora a casa. ¡Oh, no os inquietéis, es un bello día! ¡Han ido a caminar por las altas colinas!
Nos han abandonado antes de tiempo ¡y no querrán regresar a casa! ¡Les cogeremos en las altas colinas al ocaso! ¡Es un bello día sobre las altas colinas!
Canta Nathalie Stutzmann
Chef d'Orchestre : Eiji Oue
NDR Orchester
TOKYO Suntory Hall
La traducció al castellà:
3.
Wenn dein Mütterlein
Tritt zu Tür herein
Und den Kopf ich drehe,
Ihr entgegensehe,
Fällt auf ihr Gesicht
Erst der Blick mir nicht,
Sondern auf die Stelle
Näher nach der Schwelle,
Dort wo würde dein
Lieb Gesichten sein,
Wenn du freudenhelle
Trätest mit herein
Wie sonst, mein Töchterlein.
Wenn dein Mütterlein
Tritt zu Tür herein
Mit der Kerze Schimmer,
Ist es mir, als immer
Kämst du mit herein,
Huschtest hinterdrein
Als wie sonst ins Zimmer.
O du, des Vaters Zelle
Ach zu schnelle
Erloschner Freudenschein!
Cuando tu madre
viene hacia la puerta,
y giro la cabeza,
para observarla,
mi mirada no cae
primero hacia su rostro,
sino sobre el lugar,
cerca del umbral,
donde tu pequeña carita
solía estar,
cuando tú, radiante de alegría,
entrabas, también,
tan normal, mi hijita.
Cuando tu madre
viene hacia la puerta
a la luz de la vela,
me parece como si
estuvieras entrando,
fugazmente tras ella,
como solías hacer, a la habitación.
Oh tú, trocito de tu padre,
¡ay, tan pronto,
mi alegría, tan pronto extinguida!
Canta bellíssimament Nathalie Stutzmann
Director Eiji Oue
NDR Orchester
TOKYO Suntory Hall
La traducció al castellà:
2.
Nun seh' ich wohl, warum so dunkle Flammen
Ihr sprühtet mir in manchem Augenblicke,
O Augen!
Gleichsam um voll in einem Blicke
Zu drängen eure ganze Macht zusammen.
Doch ahnt' ich nicht, weil Nebel mich umschwammen,
Gewoben vom verblendenden Geschicke,
Dab sich der Strahl bereits zur Heimkehr schicke,
Dorthin, von wannen alle Strahlen stammen.
Ihr wolltet mir mit eurem Leuchten sagen:
Wir möchten nah dir bleiben gerne,
Doch ist uns das vom Schicksal abgeschlagen.
Sieh uns nur an, denn bald sind wir dir ferne!
Was dir nur Augen sind in diesen Tagen,
In künft'gen Nächten sind es dir nur Sterne.
Ahora entiendo por qué lanzas
tan oscuras llamas hacia mí,
¡Oh ojos!
Como si desearas recoger
todo tu poder en una simple mirada.
Pero no sospeché, que la confusión hilada
por el frustrante destino que me envuelve,
producido por el regreso a casa,
era la fuente de todas las desgracias.
Querías decírmelo con tu fulgor:
Nos gustaría estar contigo,
pero nos fue denegado por el destino.
¡Miradnos, pronto estaremos lejos de ti!
Aquellos que ahora nos observan,
no serán más que estrellas en la noche.
Els Kindertoten Lieder són tan bells que em costa triar-ne només un. Per tant, durant els dies següents us els aniré penjant.
Contralt: Nathalie Stutzmann
Director : Eiji Oue
NDR Orchester
TOKYO Suntory Hall
Aquest cicle de cançons, sobre textos de ,dedicats a infants morts. Mahler va tenir un enfrontament amb la seva dona Alma, doncs ho trobava de malastrugança. Potser tenia raó, la seva filla Maria va morir després amb quatre anys d'escarlatina.
Us deixo una traducció de l'alemany a l'espanyol:
Nun will die Sonn' so hell aufgehn,
Als sei kein Unglück die Nacht geschehn.
Das Unglück geschah nur mir allein,
Die Sonne, sie scheinet allgemein.
Du mubt nicht die Nacht in dir verschränken,
Mubt sie ins ew'ge Licht versenken.
Ein Lämplein verlosch in meinem Zelt,
Heil sei dem Freudenlicht der Welt!
1.
Ahora el sol se levantará tan radiante,
como si la noche no hubiera traído desgracia.
La desgracia me ha ocurrido sólo a mí,
mientras que el sol brilla para todos.
No debes encerrar en tu abrazo a la noche,
sino sumergirla en la luz eterna.
Una lampara se enciende en mi morada,
¡saludad a la alegre luz del mundo!